miércoles, enero 30, 2008

Jaguar

libaciones de sangre divina
reclaman los muertos en mi cuerpo
y en el alma, el ojo del alba
no distingue entre su sed y mi piel

penetrame egipan
destruye mis entrañas
el dolor no es materia
pero me hace mas pesado

Pan

la razon entenebrece el paisaje
la brisa revela su torbellino
la noche revienta preñada de sol
en el bosque de tu cabeza
se oculta el arbusto de dios
carne crepitosa y espiritu sin voz